liga cooperativa de Madrid

DEPORTE, BARRIO Y AUTOGESTIÓN

La Liga Cooperativa de Madrid cumple más de una década como espacio deportivo y social. Nacida hace 12 años por iniciativa de un grupo de amistades, la liga ha crecido hasta reunir a cientos de personas y a más de 40 equipos en algunas temporadas. Hablamos con Mori, participante y colaborador, sobre la filosofía, la organización, los retos y las metas de una experiencia que mezcla baloncesto, activismo y comunida

Entrevista con Mori, miembro y testigo de 12 años de historia de la Liga Cooperativa de Baloncesto

Orígenes y valores

Pregunta. ¿Cómo nació la Liga Cooperativa y qué la define? Mori. La liga surgió hace unos 12 años en Madrid como respuesta a la necesidad de crear un espacio deportivo distinto: gratuito, abierto y autogestionado. Nos organizamos de forma asamblearia, horizontal y cooperativa. Todos los equipos y las personas participantes contribuyen con tareas y participan en las asambleas. Además, la liga se define por valores como el feminismo, el antirracismo y el cooperativismo, y por una visión de la competitividad alejada de lógicas hegemónicas y capitalistas: primamos el trabajo en equipo, el disfrute y el fair play.

Organización práctica

Pregunta. ¿Cómo se gestiona una liga tan amplia sin estructura jerárquica? Mori. La organización se apoya en comisiones y grupos de trabajo que coordinan tareas concretas: desde la gestión de torneos y el procesado de fotos hasta la comunicación en redes. Usamos WhatsApp, una aplicación propia y la web para coordinar. Existen comisiones temáticas —por ejemplo, una Comisión por Palestina o una comisión feminista— y grupos organizativos llamados Velocidad1 y Velocidad2 que se encargan del funcionamiento diario y de atender solicitudes externas.

Diferencias con otras competiciones

Pregunta. ¿En qué se diferencia la Liga Cooperativa de otras ligas amateur? Mori. Hay dos ejes principales: organización y competitividad. Por un lado, la liga es gratuita y está vinculada al barrio y a proyectos sociales; va más allá del deporte. Por otro, premiamos actitudes y prácticas distintas al mero resultado: valoramos la cooperación, el juego limpio y la participación colectiva por encima del triunfo a cualquier precio.

Retos actuales

Pregunta. ¿Cuáles son los principales desafíos ahora mismo? Mori. Queremos aumentar la diversidad de género, incorporando más personas que no sean hombres cis, y consolidar espacios públicos para jugar. En Madrid notamos el deterioro de las canchas públicas y políticas que dificultan la autoorganización. Mantener la autonomía frente a ofertas de patrocinio y asegurar el acceso a instalaciones en buen estado son retos constantes.

Impacto social y comunitario

Pregunta. ¿Qué impacto tiene la liga en los barrios? Mori. La liga ha servido como ejemplo de política de barrio y de organización deportiva alternativa. Funciona como punto de encuentro para asociaciones vecinales, bancos de alimentos y otros colectivos. Hemos contribuido a revitalizar canchas, mejorar su mantenimiento y generar redes de apoyo, cuidados y conocimientos entre las personas participantes.

Perfil de las personas participantes

Pregunta. ¿Quiénes juegan en la liga? Mori. Es una comunidad heterogénea: jóvenes y mayores, personas con mucha o poca experiencia en baloncesto. Aunque históricamente ha sido una liga masculinizada, la participación femenina y de otras identidades de género ha ido creciendo poco a poco.

Historias y momentos destacados ¿Alguna anécdota que resuma el compromiso del proyecto? Mori. Más que una anécdota puntual, el mejor ejemplo es la duración y crecimiento del proyecto: 12 años de actividad, expansión a distintos barrios y la inspiración que hemos dado para crear ligas cooperativas en otras ciudades y países. Entre los momentos emotivos destaca la visita de un equipo de jugadoras palestinas y el décimo aniversario, con actividades y finales que reunieron a la comunidad.

Metas y proyectos futuros

¿Qué objetivos tiene la liga a corto y medio plazo? Mori. Queremos seguir aumentando la diversidad de género, mantener iniciativas como la escuela de Packets —una escuela abierta y gratuita en una de nuestras canchas— y sostener colaboraciones con colectivos como Sport Beat Borders. También hemos introducido una copa paralela que permite encuentros entre equipos de distintos niveles y ligas, y planeamos seguir explorando formatos y colaboraciones.

Un lema que lo resume

Mori. Tenemos varios lemas, pero uno que se repite es “coopera o aparta”. Resume la idea de que para que la liga funcione cada persona debe contribuir y alinearse con los valores colectivos.

La Liga Cooperativa de Madrid es más que una competición: es un proyecto político y social que utiliza el deporte como herramienta de transformación y comunidad. Su historia muestra que es posible organizar el deporte de forma distinta: gratuita, autogestionada y comprometida con el barrio. Para quienes quieran replicar la experiencia, la liga comparte un dossier con su metodología y ofrece apoyo a grupos interesados en crear proyectos similares.

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