GRAN CANARIA
Entrevista con Jaime Aguerralde
Compitruenos nació de la pasión y la defensa
En Gran Canaria, el baloncesto aficionado ha sido refugio de árbitros, entrenadores y jugadores que buscan seguir disfrutando del deporte sin la presión de la competición federada. Entre ellos destaca Compitruenos, un equipo singular que ha convertido la defensa, la amistad y la pasión en su seña de identidad. Su base, Jaime Aguerralde, nos cuenta cómo se forjó esta historia
El baloncesto aficionado en Gran Canaria tiene historias que merecen ser contadas. Una de ellas es la de Compitruenos, un equipo singular formado en su mayoría por árbitros federados que encontraron en las ligas municipales y de aficionados un espacio para seguir disfrutando del deporte que aman. Su base y número 19, Jaime Aguerralde, repasa con nosotros el origen, las dificultades y las alegrías de este proyecto.
Los orígenes de Compitruenos
“Hace años existía una liga de aficionados con muchos equipos veteranos. Un grupo de jugadores jóvenes formó un nuevo equipo y varios de ellos entraron en el comité de árbitros de la Federación Insular de Baloncesto de Gran Canaria. Allí me ficharon. Tras una temporada, el jugador que llevaba el equipo quiso dar un paso al lado y dedicarse solo a jugar. Fue entonces cuando Kevin González y yo cogimos las riendas y nació Compitruenos.”
![[Img #3333]](https://laveuamateur.com/upload/images/12_2025/8036_compitruenos3.jpeg)
Un equipo de árbitros y la química de grupo.
“Somos un equipo cuya base siempre han sido árbitros federados de entre 20 y 35 años, con alguna incorporación de exjugadores y entrenadores. Como no podemos jugar en categoría senior federada, competimos en baloncesto aficionado. No entrenamos, solo jugamos partidos, por eso nos enfocamos en la defensa. Somos un equipo peleón, que siempre lucha y mantiene los encuentros igualados. Luego, el talento o las circunstancias deciden hacia dónde se inclina el resultado.Compartimos edad, baloncesto y arbitraje, lo que genera una gran relación.”
Más que competir
“Para todos nosotros significa seguir disfrutando del deporte que amamos, competir con amigos y compañeros, pero sin la presión que tiene un árbitro cada vez que sale a la cancha. Nos gustan mucho los postpartidos: acabamos de jugar y siempre nos quedamos una o dos horas más tomando algo, charlando. Es un día que todos disfrutamos.”
El perfil del base
“Históricamente soy más pasador que anotador. Tengo partidos de más de 10 puntos, otros de 4, pero mi media ronda los 7 puntos, con un 40% en tiros de dos y un 30% en triples. Donde más destaco es en las asistencias: más de 6 por partido.”
Del fútbol al baloncesto
“De joven fui jugador de fútbol y en el baloncesto era entrenador y árbitro. Solo jugué por ocio antes de los 18. En mi primer año fuera de formación decidí cambiar, pero una grave lesión de rodilla me impidió competir a gran nivel. Aun así, nunca dejé de estar vinculado al baloncesto.”
Retos y ligas
“Sobrevivir en una liga dominada por veteranos y exjugadores de nivel fue nuestro primer reto. Nosotros éramos árbitros que nunca fuimos grandes jugadores, pero nos hicimos un hueco gracias a la actitud y la defensa. Luego pasamos por la Liga de Gáldar, y más tarde por una nueva liga en Las Palmas, donde fuimos campeones de liga y copa. Sin embargo, al tener cuatro árbitros en el equipo, hubo quejas de favoritismo y se nos prohibió jugar allí. Volvimos entonces a Gáldar.”
Anécdotas que marcan
- La Copa Plata-Oro: “Nadie confiaba en nosotros, pero competimos al máximo contra un equipo de la Oro. Estábamos dos arriba a falta de segundos, fallamos dos tiros libres y el rival anotó desde medio campo sobre la bocina. Esa derrota nos enseñó que podíamos pelear contra cualquiera.”
- El milagro de Gáldar: “El año pasado jugamos contra el líder con solo seis jugadores. Uno se lesionó y otro fue eliminado por faltas, quedamos con cuatro en pista. Aun así remontamos y ganamos 80-83 con un triple a falta de seis segundos. Fue uno de los partidos más intensos y bonitos que recuerdo.”
![[Img #3336]](https://laveuamateur.com/upload/images/12_2025/6915_compigtruenos1.jpeg)
Una vida dedicada al baloncesto
“Mi familia siempre fue de baloncesto. Mi hermano fundó el Aguerralde Basket en honor a mi padre, y gracias a él empecé como entrenador y árbitro. Llevo más de 15 años en este deporte, pese a tres operaciones de ligamento cruzado. . Pero eso nunca ha sido excusa para dejar de practicar este deporte. Aquí sigo, con la misma ilusión. El baloncesto es mi conexión con mi familia y con mi padre, que falleció cuando yo era pequeño. Compitruenos es uno de mis mayores orgullos: creamos logo, camisetas, identidad. Gracias al equipo, el compañerismo en el comité de árbitros es mejor y más sano. Incluso compañeros árbitros y oficiales de mesa vienen a ver nuestros partidos.”
El significado del baloncesto
“Para mí el baloncesto significa muchísimo. Es herencia, familia, pasión y comunidad. Compitruenos representa todo eso: un grupo que lucha, disfruta y mantiene viva la esencia del deporte aficionado.”
La historia de Jaime Aguerralde y Compitruenos es la prueba de que el baloncesto va más allá de la competición federada. Es identidad, amistad y resistencia. Un equipo de árbitros que encontró en la cancha un lugar para seguir soñando. Compitruenos no es solo un equipo de baloncesto aficionado: es una comunidad que une árbitros, entrenadores y jugadores en torno a la pasión por el deporte. Para Jaime Aguerralde, es también un legado familiar y un símbolo de resistencia. Una historia que demuestra que el baloncesto, más allá de la competición, puede ser identidad, amistad y memoria.
El baloncesto aficionado en Gran Canaria tiene historias que merecen ser contadas. Una de ellas es la de Compitruenos, un equipo singular formado en su mayoría por árbitros federados que encontraron en las ligas municipales y de aficionados un espacio para seguir disfrutando del deporte que aman. Su base y número 19, Jaime Aguerralde, repasa con nosotros el origen, las dificultades y las alegrías de este proyecto.
Los orígenes de Compitruenos
“Hace años existía una liga de aficionados con muchos equipos veteranos. Un grupo de jugadores jóvenes formó un nuevo equipo y varios de ellos entraron en el comité de árbitros de la Federación Insular de Baloncesto de Gran Canaria. Allí me ficharon. Tras una temporada, el jugador que llevaba el equipo quiso dar un paso al lado y dedicarse solo a jugar. Fue entonces cuando Kevin González y yo cogimos las riendas y nació Compitruenos.”
![[Img #3333]](https://laveuamateur.com/upload/images/12_2025/8036_compitruenos3.jpeg)
Un equipo de árbitros y la química de grupo.
“Somos un equipo cuya base siempre han sido árbitros federados de entre 20 y 35 años, con alguna incorporación de exjugadores y entrenadores. Como no podemos jugar en categoría senior federada, competimos en baloncesto aficionado. No entrenamos, solo jugamos partidos, por eso nos enfocamos en la defensa. Somos un equipo peleón, que siempre lucha y mantiene los encuentros igualados. Luego, el talento o las circunstancias deciden hacia dónde se inclina el resultado.Compartimos edad, baloncesto y arbitraje, lo que genera una gran relación.”
Más que competir
“Para todos nosotros significa seguir disfrutando del deporte que amamos, competir con amigos y compañeros, pero sin la presión que tiene un árbitro cada vez que sale a la cancha. Nos gustan mucho los postpartidos: acabamos de jugar y siempre nos quedamos una o dos horas más tomando algo, charlando. Es un día que todos disfrutamos.”
El perfil del base
“Históricamente soy más pasador que anotador. Tengo partidos de más de 10 puntos, otros de 4, pero mi media ronda los 7 puntos, con un 40% en tiros de dos y un 30% en triples. Donde más destaco es en las asistencias: más de 6 por partido.”
Del fútbol al baloncesto
“De joven fui jugador de fútbol y en el baloncesto era entrenador y árbitro. Solo jugué por ocio antes de los 18. En mi primer año fuera de formación decidí cambiar, pero una grave lesión de rodilla me impidió competir a gran nivel. Aun así, nunca dejé de estar vinculado al baloncesto.”
Retos y ligas
“Sobrevivir en una liga dominada por veteranos y exjugadores de nivel fue nuestro primer reto. Nosotros éramos árbitros que nunca fuimos grandes jugadores, pero nos hicimos un hueco gracias a la actitud y la defensa. Luego pasamos por la Liga de Gáldar, y más tarde por una nueva liga en Las Palmas, donde fuimos campeones de liga y copa. Sin embargo, al tener cuatro árbitros en el equipo, hubo quejas de favoritismo y se nos prohibió jugar allí. Volvimos entonces a Gáldar.”
Anécdotas que marcan
- La Copa Plata-Oro: “Nadie confiaba en nosotros, pero competimos al máximo contra un equipo de la Oro. Estábamos dos arriba a falta de segundos, fallamos dos tiros libres y el rival anotó desde medio campo sobre la bocina. Esa derrota nos enseñó que podíamos pelear contra cualquiera.”
- El milagro de Gáldar: “El año pasado jugamos contra el líder con solo seis jugadores. Uno se lesionó y otro fue eliminado por faltas, quedamos con cuatro en pista. Aun así remontamos y ganamos 80-83 con un triple a falta de seis segundos. Fue uno de los partidos más intensos y bonitos que recuerdo.”
![[Img #3336]](https://laveuamateur.com/upload/images/12_2025/6915_compigtruenos1.jpeg)
Una vida dedicada al baloncesto
“Mi familia siempre fue de baloncesto. Mi hermano fundó el Aguerralde Basket en honor a mi padre, y gracias a él empecé como entrenador y árbitro. Llevo más de 15 años en este deporte, pese a tres operaciones de ligamento cruzado. . Pero eso nunca ha sido excusa para dejar de practicar este deporte. Aquí sigo, con la misma ilusión. El baloncesto es mi conexión con mi familia y con mi padre, que falleció cuando yo era pequeño. Compitruenos es uno de mis mayores orgullos: creamos logo, camisetas, identidad. Gracias al equipo, el compañerismo en el comité de árbitros es mejor y más sano. Incluso compañeros árbitros y oficiales de mesa vienen a ver nuestros partidos.”
El significado del baloncesto
“Para mí el baloncesto significa muchísimo. Es herencia, familia, pasión y comunidad. Compitruenos representa todo eso: un grupo que lucha, disfruta y mantiene viva la esencia del deporte aficionado.”
La historia de Jaime Aguerralde y Compitruenos es la prueba de que el baloncesto va más allá de la competición federada. Es identidad, amistad y resistencia. Un equipo de árbitros que encontró en la cancha un lugar para seguir soñando. Compitruenos no es solo un equipo de baloncesto aficionado: es una comunidad que une árbitros, entrenadores y jugadores en torno a la pasión por el deporte. Para Jaime Aguerralde, es también un legado familiar y un símbolo de resistencia. Una historia que demuestra que el baloncesto, más allá de la competición, puede ser identidad, amistad y memoria.

















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